lunes, 23 de julio de 2007

Maratón sin premio

Me gusta observar boludeces. Debo decirlo. Adoro relacionar mis observaciones boludas entre sí, y llegar a una conclusión un poco menos boluda. Es un hobbie que tengo. Lo prefiero a otros hobbies un poco mas nocivos para mi cuerpo. Así que, voy a comentar mi observación de la semana, y a cometer la falacia en mi conclusión. Eso va a ser todo el articulo del día 02/04/07. Saludos para los que dejen de leer a partir de ahora. Y un nos vemos abajo para los que continúen (¡Suicidas!) leyendo.

En la facultad, me siento en un banco a la espera de un profesor. En mi campo de visión hay una escalera. De repente aparece un chico subiendo de manera alevosamente rápida la escalera. Tropieza. Se le caen los papeles que llevaba en la mano. Tarda 5 minutos en recogerlos y ordenarlos.

En el subte, un señor se va a bajar en la próxima parada. Empieza a caminar dentro del subte para, al bajar, estar mas cerca de la salida. Pasa por delante mío, lo veo caminar bastante mas para adelante. Llega el subte a la parada destinataria del señor, y en el frenado del subte veo, a través de la ventana, la escalera mecánica (que lleva a la salida) cada vez mas próxima a mi. El subte completa su frenado. La escalera quedo casi exactamente a 90° de mi posición. Es decir que el señor tiene que regresar sobre sus pasos.

En el auto de un amigo, estamos llegando tarde a un asado. Mi amigo acelera. Pasa varios semáforos en rojo. En su atolondramiento se olvida de doblar en el lugar donde debía hacerlo. Se desvía. Nos perdemos. Luego de una serie de llamados telefónicos logramos encontrar el camino. Llegamos muy tarde al asado.

Vivimos apurados. Invisiblemente alguien nos persigue con un hacha en la mano. Estamos apurados. No sabemos para que. No tenemos tiempo para preguntárnoslo. Corremos. En las observaciones precisadas queda claro que no siempre correr significa llegar mas rápido. Pero además de eso, en el atolondrado camino obviamos una serie de cosas que debido al apuro parecen banales, la prioridad es llegar rápido. El de la facultad en el camino se choco con 2 o 3 personas. ¿Les pidió perdón? No, estaba apurado. El señor del subte en su ruta paso entre cientos de personas. ¿Les pidió que por favor lo dejen pasar? No. El amo es el tiempo. A mi amigo, en su atolondrada carrera varios autos le cedieron el paso. ¿Agradeció? No hay tiempo para esas cosas.

Es decir que, vivir apurados nos hace ser impuntuales y a la vez mas descorteses. También mas infelices. No tenemos tiempo para disfrutar la vida. Disfrutar es un verbo. Un verbo para ser llevado a cabo requiere tiempo. No disponemos de el, tenemos que usarlo para correr.
Me asomo a la ventana. Veo a una mujer con un bebé. Esta corriendo.

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