martes, 9 de diciembre de 2008

Tempranos Desengaños

LOS DEBERES DE PEDRO

Pedro se sienta en los últimos bancos del aula, como corresponde a un chico que desdeña la educación y la vanidad de los poderosos. Las conspiraciones y los batifondos nunca lo hallan ajeno.
Busca el riesgo de las transgresiones y la compañía de los más beligerantes. A veces, lo tientan el estudio y la inteligencia.
Entonces, como quien acepta un desafío, como una compadrada, resuelve arduos problemas de regla de tres y cumple los dictados sin tropiezos.

Un día, la maestra la acaricia el pelo tiernamente. Él piensa:
-Ay, señorita… Si supiera cómo me gustaría regalarle una flor y darle un beso.
Pero Pedro sabe quién es y conoce su deber y su destino. Con una gambeta se aleja del afecto inoportuno y va a buscar la gloria allá en el fondo, donde los malandras se empeñan revoleando los tinteros para que se cumpla mejor el divino propósito del Universo.


Alejandro Dolina


EL NIÑO QUE FUE A MENOS

La señorita Claudia le pregunta a Ferro:
-¿Quién fundó la ciudad de Asunción?
Ferro lo ignora y lo confiesa. La maestra intenta por otros rumbos.
-Tissot.
-No sé, señorita.
-Rossi.
-Silencia. El ambiente se pone pesado porque quizá la señorita Claudia enseñó aquello el día anterior.
-Maldonado.
Nada. Claudia frunce el ceño y ensaya unos reproches generales.
Frezza, el tano Frezza, lo sabe de algún modo misterioso. Es extraño el camino que siguen las nociones: suelen alojarse donde menos se piensa.
-Nuñez. López. Dall’Asta.
Tampoco. Frezza espera, sobrador, sin levantar la mano. Cosa de manyaorejas, piensa.
La señorita Claudia se dirige a las niñas y pronuncia el nombre amado. Frezza está muy lejos para soplar y la morocha que lo enloquece no puede contestar.
De pronto, la maestra lo mira.
-Frezza.
Y el niño taura, que tal vez necesita anotarse un poroto, se levanta, mira hacia el banco de la morocha y dice casi triunfal:
-No lo sé.
Si es que nadie lo sabe, estará bien no saberlo. Frezza se sienta y se oye entonces, como en una horrible blasfemia, la voz de Campos, injuriosa:
-¡Juan de Salazar!

Pasaron los años. La morocha no conoció el amor de Frezza ni tampoco su gesto elegante y generoso.
Si alguien califica estas lecciones en alguna Libreta Celeste, Frezza tendrá un nueve. Y si ni siquiera existe esa Libreta, entonces tendrá un diez.


Alejandro Dolina

jueves, 19 de junio de 2008

Un poco de risa

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Estoy hecho puré, os lo aseguro. Será mi fin.
Iré a París y me tiraré de la Torre Eiffel, me mataré. Yendo en el Concorde, puedo morir 3 horas antes.
No, un momento con el cambio de horario... viviría 6 horas en Nueva York,
llevando muerto 3 en París.
Podría hacer cosas estando muerto.
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- Tú siempre eliges mal a las mujeres.
- ¿Qué pasó con Madeline, después de mí?
- Era arqueóloga. Era fabulosa.
- Era ninfómana
- Sí, tenía problemas con la fidelidad. Yo no lo veía. Pero era inteligente.
- ¿Y Carol? ¿Qué apellido tenía?
- Carol era poetisa y Doctora Honoris Causa.
- Era heroinómana.
- ¡Sí, pero yo creía que era insulina!

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No estoy en forma; no puedo correr. No puedo hacerlo, me ahogaría: hace semanas que no uso la cinta andadora; 572 semanas, o sea, 11 años.

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Las dos palabras más bonitas que te pueden decir no son "Te quiero", sino "Es benigno".

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¿Qué tiene de malo la ciencia? Si me dan a elegir entre el aire acondicionado y el Papa, me quedo con el aire acondicionado.

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Gracias Woody Allen por las carcajadas.

viernes, 23 de mayo de 2008

Un poco de fútbol

Hay grandes equipos. Hay malos equipos. Hay equipos que funcionan. Hay equipos que no funcionan.

Hay varias formas de plantearse como uno quiere a un equipo.
Hoy tengo dos:

-Modo efectista: El hoy es lo que importa. Todo lo que hagamos, digamos, etc. etc, esta gobernado por un objetivo final: ganar. Esto es Simeone. Esto es Cagna (al menos esto fue Tigre en el Apertura). Esto es Falcioni.
A este planteo se le debe exigir unicamente resultados. Porque persigue unicamente ese objetivo. Ganar hoy.
No suele formar grandes equipos este tipo de planteo. Pero puede lograr resultados instantaneos. Es como una especie de pastilla para adelgazar. Buenos resultados. Hay que ver si para el futuro sigue sirviendo.

-Modo soñador: Tiene una idea de juego. La respeta. Cree en ella. Por más que los resultados no se den, tiene la convicción de que esa idea de juego es fuerte. Insiste (o no, y de aquí se desprenden los grandes fracasos: técnicos que sustituyen sus convicciones), este tipo de proyectos no suelen durar demasiado, a menos que se den rápidamente los resultados. O que nos encontremos ante dirigentes serios. La paciencia suele ser poca.
Esto es Bielsa. Esto es La Volpe. Esto es Cabrero.
Con el tiempo pueden formar grandes equipos.


Dos formas de ver el manejo de la temporada. Distintas aspiraciones.
Unos buscan resultados. Otros buscan formar identidades.

Acá llegan las responsabilidades de los dirigentes de elegir técnicos adecuados, en el momento adecuado.

Dime que necesitas, y te dire que técnico te conviene.

El ya por y para el después

Y al final, ¿qué es lo qué importa?.

¿Por qué la gente se la pasa sacando fotos cuándo pasan cosas extraordinarias?

Digo, ¿a qué juego juega la gente? ¿qué es lo qué busca? En la ciudad nevó. Y todos tienen su filmación. Para que todos veamos lo bien que la pasaron.

Eso es una foto ¿no?. Sonrían para la foto.

Cheese.
Whisky.

Basta de fingir.

Vivimos para 'contarselo a los muchachos'.

Nada de Carpe Diem.

Nace una nueva forma de vida: vivir para contarselo a los muchachos.
Pongale un nombre comercial.

Enjoy the future. Not the moment.

Algo grande

... A veces la vida exige un cambio. Una transición. Como las estaciones.
Nuestra primavera fue maravillosa, pero el verano terminó, y dejamos pasar nuestro otoño.
Y ahora, de repente, hace frío. Tanto frío que todo se congela.
Nuestro amor se durmió, y la nieve lo tomó por sorpresa.
Y si te duermes en la nieve, no sientes venir la muerte. ...

No va dedicado a nadie.
No se porque lo aclaro.
Solo son palabras. No son mias. Son sacadas del inicio de uno de los 18 cortos de la película Paris je t' aime.

Me pareció algo sencillamente grandioso. Y lo grandioso compartido pasa a ser grande.

miércoles, 16 de abril de 2008

La peor inversión de mi vida

Hoy me lo gané.
Muchas veces me lo han dicho, de manera injusta. O.. al menos injustificada. Es común que uno a veces sea medio.. pero así, seco, sin diminutivos es muy agresivo.
Pero insisto, desde hoy me lo merezco…

Me desperté inquieto, manoteando el aire buscando algo que pertenecía al mundo de mis sueños. Al de mi inconsciente.
Cuando recobré la conciencia, empecé a toser. Había en el aire un olor altamente nocivo para mis pulmones. Estuve a punto de ir a inspeccionar que era lo que se estaba quemando en mi casa, pero el noticiero oportunamente empezó a hablar de estos extraños aires que andan dando vueltas por nuestros tan Buenos Aires.
Vi la fecha en el diario: 16/04/08.
-¡Que poco falta para Mayo! –dijo mi abuela.
-¡La puta madre, faltan 2 semanas para el parcial de Algebra! -grité desaforadamente.
Decidí sacrificar mi Miércoles libre, en ir a comprar el libro de Algebra.

Entré a 3 librerías de Cabildo. En una me atendió un chico, con acné, al que le entendí menos de la mitad de las palabras que pronunció. En las otras dos, fueron empleadas femeninas con la estructura física estándar de una empleada de librería: metro sesenta y cinco, anteojos, nariz perceptiblemente deformada, dientes ligeramente torcidos, voz de superada. La respuesta fue similar en los tres casos: El libro está agotado.
¿Qué ha pasado? ¿Ha nacido un Buenos Aires un fervor por el Algebra Lineal? Lo peor es que noté un cierto placer en los vendedores al pronunciar la palabra “agotado”. Les deseé algo peor que la muerte.
Antes de irme de la última librería (la del muchacho con acné furioso), decidí comprarme un libro cualquiera. Para leer. Como para justificar el desperdicio de mi tarde del único día libre de la semana. Vi un pequeño libro de Tim Burton, de quien he visto varias buenas películas, así que opté por comprar ese. No decía el precio (¿Cómo no le van a poner el precio?).
Fui a la caja, al muchacho creí escucharle decir “son 62 pesos”, pero obviamente le adjudiqué a su mala dicción el haberlo oído mal. Por las dudas le pagué con cien.
-64, 66, 68, 70, 80, 100.–contó delante de mis narices, (me llenó de billetes de dos pesos).
Cuando escuché el 64, quise morir. Pero, mi orgullo me hizo simular naturalidad ante la estafa más grande de la historia.
Me fui de la librería con “The Golden Book” en mis manos.

De vuelta en casa lo abrí, esperando encontrar el mapa de un tesoro, o el número de las tarjetas de crédito de Bill Gates. Lo zamarreé, tratando de escuchar el tintineo de lingotes de oro.
Pero no.
El libro consta de textos hipercortos (en algunos hablamos de menos de 4 renglones) escritos en verso, y con un dibujo en la página de al lado. Y cada texto es empezado en una nueva página, lo que significa: Está lleno de espacios en blanco.
Lo leí en 15 minutos. Tiene su encanto, no lo niego, pero.. 62 pesos señoras y señores.
Pequeña cuenta:
si por 15 minutos------- gasté 62 mangos
por 1 minuto ------------ gasté más de 4 pesos.

¡4 alfajores en un minuto! Te superé Tinelli.

… Por eso te digo, a partir de hoy, si alguien me dice PELOTUDO, yo con toda la naturalidad del mundo me daré vuelta para preguntar:
-¿Me llamabas?

miércoles, 26 de marzo de 2008

Fragmento

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La extrañaba, si. Pero de un modo curioso: extrañaba sus defectos.
Extrañaba sus obscenas desentonaciones en sus matinales duchas, extrañaba su memoria cuasi-amnésica que muchas veces me hizo saltar de la cama en el medio de la noche para abrirle la puerta, extrañaba su poca virtuosidad en la cocina, sus fideos pegados, su arroz pasado.

¿Me llaman morboso? Puede ser. Creo que en esta vida carnal, las personas somos esencialmente nuestros defectos y virtudes. Los "mas o menos" no dicen nada.

Las virtudes del otro se disfrutan en el momento. Los defectos se extrañan en la posteridad.

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